El viajecito
Padre Hugo Tagle En twitter: @hugotagle
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Padre Hugo Tagle
Una conocida cita de Hunter Thompson, el así llamado padre del “periodismo Gonzo”, hito de las letras contemporáneas, viene a cuento en este tiempo de incertidumbres. “La vida, dice Thompson, no debería ser un viaje hacia la tumba con la intención de llegar a salvo con un cuerpo bien conservado, sino más bien llegar derrapando de lado, entre una nube de humo, completamente desgastado y destrozado, y proclamar en voz alta: ¡Uf! ¡Vaya viajecito!”.
En efecto, quizá de tantas precauciones por “mantenernos vivos”, olvidamos valorar la vida y aprovecharla bien. Una de las lecciones de la pandemia es que el tiempo es oro; que hay que aprovechar cada minuto y sacar partido de la existencia. Como nunca, valoramos las salidas, los encuentros, las visitas, las conversaciones “en vivo”, sin aplicaciones, zoom, pantallas ni micrófonos.
“Apresúrate a vivir bien y piensa que cada día es, por sí solo, una vida”, nos dice Séneca. Terminamos el día con la confianza de que comenzaremos uno nuevo pero, a su vez, en la lógica incertidumbre de despertar de nuevo.
En tiempos difíciles se nota el temple y madera de que estamos hechos. Hay quienes se desconsuelan y ven todo negro. Otros saben sacar partido de la adversidad y mirar la mitad del vaso lleno. “Si la vida te da limones, haz limonada. Si están podridos, saca las semillas y plántalas a fin de cultivar limones nuevos”.
Resultan esperanzadores el ingenio, fuerza y tenacidad en tantos chilenos, buscando nuevas fuentes de trabajo, adaptándose a las dificultades, haciendo propuestas positivas para crecer más, superar la adversidad y afrontar esta calamidad del coronavirus. Hay esperanza. “Evita juntarte con gente negativa. Siempre tienen un problema para cada solución”.
Abordar este tiempo complejo supone empuje, resiliencia, buenas ideas y ductilidad. Nadie es dueño de la verdad ni tiene la llave mágica para solucionar todos los problemas. Tanto más admirable resulta ver un “Chile paralelo” que trabaja de sol a sol, que saca a su familia adelante, que ha visto posibilidades de trabajo y superación donde objetivamente hay dificultades, pandemia y pobreza.
Sólo tenemos esta vida para hacer el bien; la próxima será para dar cuenta del bien realizado. “El que no vive para servir, no sirve para vivir”, nos recuerda Teresa de Calcuta. Mark Twain, con su acostumbrada ironía, nos dice: “Cumplamos la tarea de vivir de tal modo que cuando muramos, incluso el de la funeraria lo sienta”.
En tiempos de enclaustramiento y cuarentenas, agucemos los sentidos para descubrir vida tras cada dificultad.